La mayoría de los emprendedores se acuerdan del SEO cuando las ventas caen. O cuando se termina la inversión en SEM y las visitas caen. Como si fuera un bombero de emergencia que viene a apagar incendios. Pero el SEO no es eso. El SEO es más parecido a ese amigo que te avisa cuando estás por tomar una mala decisión, y que si lo escuchás a tiempo, te ahorra plata, estrés y noches sin dormir.
Y sí: estamos entrando en los últimos meses del año, ese momento bisagra donde el emprendedor argentino, chileno o latino en general siente que todo tiene que resolverse ya. Como si diciembre fuera un jefe impaciente respirándonos en la nuca.
Acá van cinco movimientos —no tareas, no “tips”— que podés hacer para cerrar el año con una tienda más sólida, más visible y más convincente. Y de paso, con más paz mental.
Reescribir tus páginas como si fueras Seth Godin, no un catálogo
Todos hemos leído descripciones de productos que parecen escritas por un robot cansado. “Material resistente, tamaño estándar, color negro”.
Nada de eso vende. Nada de eso posiciona.
El SEO moderno es storytelling.
Google quiere entender qué problema resolvés y para quién. Y la gente también.
Si vendés una mochila, no digas solo “mochila impermeable”. Explicá la escena:
“La mochila que te salva cuando salís del laburo bajo una lluvia inesperada en pleno microcentro.”
Eso posiciona mejor porque conecta mejor.
Brian Dean (Backlinko) lo dice siempre: “El contenido que posiciona es el que resuelve mejor la intención del usuario.”
Y nadie busca “mochila impermeable” porque le encanta la impermeabilidad. La busca porque odia empaparse.
Ese es tu punto de entrada.
Convertir tus categorías en herramientas de decisión, no estacionamientos
Muchos emprendedores creen que las colecciones (categorías) de Shopify son apenas un listado ordenado.
No. Las colecciones son mini guías de compra.
Si vos no educás al cliente, Amazon lo hará por vos.
Antes de fin de año, tomá tus 5 colecciones principales y haceles un upgrade:
Un párrafo inicial que explique qué problema resuelven esos productos.
Filtros claros.
Un pequeño “Cómo elegir el mejor para vos”.
Enlaces internos a otros productos o accesorios útiles.
Una buena colección convierte más que un anuncio caro.
Y eso es SEO + CRO trabajando juntos.
El blog: tu empleado que trabaja gratis mientras vos dormí
Muchos emprendedores sienten que escribir un blog es “perder tiempo”.
No lo es.
El blog es como plantar árboles: los primeros meses no pasa nada… hasta que un día empieza a darte sombra y fruta a la vez.
Ejemplos reales:
Un e-commerce de cosmética que escribió “Cómo armar tu rutina de skincare para verano”: hoy vende más protector que nunca gracias a ese artículo.
Una tienda de gadgets que escribió “Los mejores regalos tech por menos de $30.000”: cada año, en diciembre, ese post revive como un zombi pero con tarjeta de crédito en la mano.
Neil Patel lo resume bien:
“El tráfico orgánico es el único tráfico que mejora con el tiempo sin aumentar la inversión.”
Tu blog puede ser tu socio silencioso. Pero tenés que empezar hoy.
Resolver fricciones invisibles: el 80% del CRO es psicología, no diseño
Cuando decimos “mejorar la conversión”, muchos piensan en cambiar el color del botón.
Eso no mueve la aguja.
La conversión cambia cuando le sacás dudas a la gente antes de que las tenga.
Antes de cerrar el año, revisá:
¿La política de cambios está clara o enterrada?
¿El costo de envío aparece casi al final o lo decís desde el inicio?
¿El usuario sabe cuánto tarda en llegar el producto sin tener que preguntar?
¿El social proof aparece arriba o escondido abajo del todo?
Los emprendedores siempre hablan de “falta de tráfico”.
Pero a veces el problema no es la cantidad de gente que entra, sino lo poco que confía cuando entra.
El CRO es confianza en estado puro.
Hacer limpieza: las tiendas también necesitan fin de año emocional
Sí, limpieza. Como Marie Kondo, pero digital.
El final del año es ideal para:
Eliminar productos que ya no se venden (Google odia páginas muertas).
Fusionar páginas duplicadas.
Actualizar fotos viejas.
Revisar apps que no usás (cada app = más scripts = más lentitud).
Mejorar la velocidad: es el “fitness” del SEO.
Quitar todo lo que no suma. Te vas a sorprender cuánto mejora tu conversión cuando tu tienda respira.
Rand Fishkin lo dijo alguna vez:
“El SEO no es agregar más cosas, es eliminar obstáculos.”
Hay páginas que no te dan ventas pero sí te roban rendimiento.
Soltarlas también es crecimiento.
Y un cierre personal, de emprendedor a emprendedor
Si llegaste hasta acá, ya sabés que mejorar tu SEO y tu CRO no es una checklist técnica. Es un acto de madurez empresaria.
No es magia. No es suerte.
Es mirar tu tienda con menos ansiedad y más intención.
Y si haces aunque sea dos de estos cinco movimientos antes de fin de año, tu Shopify va a terminar diciembre más sólido, más visible y con más clientes diciendo:
“Ah, esta tienda realmente se preocupa por mí.”
Y eso, en un mundo lleno de ruido, es oro puro.